Grasas útiles
Lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) Su acción se puede considerar de "limpieza". Se encargan de remover el colesterol de la circulación, de las LDL y de las paredes de las arterias, y lo llevan hacía el hígado para que sea eliminado. Por esta razón se le llama también "colesterol bueno" o "protector".
Se trata de las grasas insaturadas, que se dividen en:
Monoinstaruradas.
Son las que reducen los niveles plasmáticos de colesterol asociado a las lipoproteínas.
están presentes en los aceites de oliva, de canola (en crudo) y de soja, en las frutas secas (sobre todo el maní), las semillas de sésamo, la palta, las aceitunas y, dentro del reino animal, en la yema de huevo.
Estas grasas actúan favorablemente en el organismo al disminuir el colesterol malo sin reducir el bueno.
Poliinsaturadas.
Son esenciales y abarcan dos grupos:
Omega-6: Se hallan en particular en los aceites de canola, uva, maíz, oliva y soja, en la mayoría de las semillas, en los granos y sus derivados y en el germen de trigo. Reducen el nivel de ambos tipos de colesterol.
Omega-3: Las de origen vegetal se encuentran en las legumbres, las semillas de lino y las frutas secas. Las de origen animal provienen de los pescados y mariscos.
Evitan que las arterias se tapen y no disminuyen el colesterol bueno; por eso es muy importante que su ingesta sea superior a la de omega-6. Entre sus beneficios se destacan la reducción del riesgo de padecer infarto y cáncer y el descenso de la presión arterial.
Grasas perjudiciales
Lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL, por sus siglas en inglés) Son las encargadas de transportar el colesterol desde el hígado al resto del cuerpo. Las células se unen a estas partículas y extraen de ellas la grasa y colesterol. El problema es cuando hay un exceso en la sangre, ya que se empiezan a depositar en las arterias.
Su consumo excesivo endurece las arterias y provoca aterosclerosis y problemas cardíacos. Estas grasas nocivas comprenden dos tipos:
Trans o hidrogenadas.

Las grasas trans se forman cuando un aceite es parcialmente hidrogenado. El proceso convierte a los aceites en un líquido más estable o en un elemento semisólido.
Los aceites parcialmente hidrogenados se usan en los alimentos procesados porque ayudan en la fabricación de productos alimenticios de alta calidad; que se mantienen frescos durante más tiempo y tienen una textura más apetitosa. No siempre es posible reemplazar a los aceites no hidrogenados debido a las diferencias en las maneras en que dichos aceites funcionan para producir alimentos aceptables.
Saturadas.

Formadas mayoritariamente por ácidos grasos saturados. Este tipo de grasa es sólida a temperatura ambiente.
Aumentan el colesterol total y el malo.
Se encuentran en las carnes grasas, la piel del pollo, vísceras, fiambres y embutidos, lácteos enteros, manteca, crema de leche, helados de crema, productos de pastelería.
Grasas hidrogenadas y parcialmente hidrogenadas
Esto se refiere a los aceites que se han endurecido (como la margarina y la mantequilla duras). Parcialmente hidrogenadas significa que los aceites están sólo parcialmente endurecidos. Los alimentos hechos con aceites hidrogenados se deben evitar debido a que contienen niveles altos de ácidos transgrasos, los cuales están ligados a la cardiopatía.
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